Cuento de Navidad para aquellos que hacen Manualidades




Aquella Navidad la recuerdo muy bien, había más frío que de costumbre y un espíritu de melancolía se había adueñado de mi corazón, jamás había sentido tal soledad y tristeza.

De golpe recordé a muchas personas que habían estado en mi vida y que por alguna razón ya no estaban, la distancia, el olvido e incluso la muerte se encargan de abrir abismos.



Por este motivo en la víspera de Navidad decidí que no habría cena, me recosté en la cama esperando poder dormir, pero el llanto de mi corazón lo hacia imposible, lagrimas heladas corrían por mi rostro oculto en la almohada.


Tenía el teléfono al lado pero me rehusaba a llamar a cualquier persona y que sintieran mi soledad y desesperación, el reloj parecía detenido, el tiempo no transcurría y yo prefería mantener mi orgullo intacto antes que caer en la necesidad de escuchar la voz de alguien.

Clavé mi vista en las manecillas del viejo reloj de madera suspendido en la pared y pensé que por más que se tardará no quitaría mi vista de el, solo es esta noche, por más larga que sea debería acabar en algún un momento. 



Pero al mirar el reloj me di cuanta que efectivamente no estaba avanzando, así que me levanté y rápidamente me dispuse a revisar que era lo que estaba causando que el reloj no avanzará, me preguntaba que hora sería realmente.

¿Cuánto tiempo he llorado y cuánto tiempo he estado dentro de mi cabeza, pensando y recordando?

Cuando me incorporé el aire era denso y sentí que no podía avanzar con velocidad, mis movimientos eran lentos como si estuviera viendo un video en cámara lenta. 

Antes de que pudiera llegar al reloj una luz empezó a centellar en la mesa de manualidades donde hago mis figuras y esculturas, los materiales comenzaron a vibrar,  rodar y adquirir movimiento.



Del lado superior derecho en una gran repisa lucían exhibidas piezas que he terminado y por cuestiones de orgullo ya no entregué y otras que han vuelto a mi cuando la persona que más amaba en el mundo murió y yo guardé esa colección de ángeles del mismo modo que guardé su imagen en mi corazón. 




Recordé a mi madre y de súbito y reponiéndome ante el miedo, pense si sería ella quien ahora me visita...

Todo comenzó a brillar con luces doradas y una voz suave habló con notas de música....




"Mira bien frente a ti, traigo un regalo que no es apto para todos los ojos"...


-Aquella voz sonaba a coros de angeles...

-"He venido de muy lejos a verte, no soy nadie que hayas conocido en vida, no soy un ser humano, pero soy alguien que siempre ha estado contigo"....


-Las luces doradas centellearon y me hicieron voltear a la repisa de los ángeles...


Mi asombro no tenía igual, no podía hablar, no podía entender lo que veía, mis ojos mostraban cosas más allá de lo que mi entendimiento mortal podría procesar...

Los ángeles había comenzado a animarse y volaban despegando de la repisa para acercarse a mi y envolverme de luz, revoloteaban y hablaban la misma voz de música pero no podía entenderlos del todo, susurraban fechas e historias, mientras entrelazaban hilos de oro a mi alrededor...



Mi corazón agitado palpitaba emocionado ante la belleza de tal imagen, si bien me había esforzado en llevar a la perfección cada de talle de esas figuras, verlas volar, hablar y moverse me era una oda a la belleza de la locura.

De pronto sentí la inmensa dicha que debió sentir Dios en el inicio de los tiempos al ver moverse a sus criaturas... 

La danza de los ángeles a mi alrededor fue en aumento, ya que se multiplicaron por tres y a cada paso nuevos ángeles flotaban a mi lado.

La voz apareció de nuevo y me dijo al oído...

-"Yo soy la inspiración, soy el espíritu que habita dentro de tu corazón y tuve que detener el tiempo para hacerte escuchar y que puedas ver en movimiento a todos aquellos que has dado vida"...



"Despertamos de nuestro sueño inanimado al ver tu tristeza, quiero decirte que cada pieza que has hecho con tus manos guarda un recuerdo inmortal, has hecho feliz a cada persona que le has entregado algo hecho por ti y eso posee un valor inmortal; incluso a aquellos como tu madre que ya no están en este plano siguen conectados a ti por un vinculo más fuerte que la vida".


"La verdadera enseñanza está en que recuerdes que nunca vas a estar en soledad mientras tu corazón se encuentre creando, el acto de crear nos une con la existencia y nos convierte en pequeños creadores de momentos inmortales"


-La voz se difuminó en la oscuridad y sentí que perdía el conocimiento...

Desperté en mi cama mirando el reloj, voltee a ver los ángeles en el estante y pude ver como una suave luz dorada se iba apagando en las alas de uno de ellos.

Sin salir de mi asombro tomé el teléfono y me dispuse a marcar y llamar a aquellos que el orgullo me había impedido hacerlo.

Comprendí aquella noche que más que Manualidades, yo hago pequeñas historias, pequeñas piezas, que llevan un pedazo de mi corazón, pequeñas piezas que dentro de ellas guardan un latido secreto, dispuesto a despertar un día...

No voy a esperar a que un día el tiempo se detenga de nuevo y no pueda decirle a los que amo, cuanto valoro que estén en mi vida. 


¡Felices Fiestas!

Texto original por Alfredo Cordero para Expo Mercería y Manualidades. 



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