El bordado como medio de supervivencia
- En
comunidades de Veracruz como Papantla y Chicontepec, el bordado es una de
las principales fuentes de ingreso
- Los
hombres que se dedican a esta actividad realizan también prendas distintas
a las tradicionales para atraer más clientes
- Comunidades
indígenas invierten cada año sumas importantes en la adquisición de hilos,
telas y otras herramientas
Para muchos
mexicanos, el bordado es una actividad reservada únicamente para los tiempos
libres o para después del trabajo. No obstante, hay comunidades donde esta
labor representa una importante entrada de ingresos para el hogar. “En el
estado de Veracruz, por ejemplo, en las zonas de Papantla y Chicontepec, hay
numerosos grupos que se dedican al bordado y para quienes esta actividad sí
significa una fuente económica”, señala Arturo Gómez Martínez, subdirector de
Etnografía del Museo Nacional de Antropología.
De
hecho, se estima que alrededor de 100 mil personas viven de esta labor en
Veracruz. Además de confeccionar ropa tradicional, los artesanos han tenido que
diversificar su oferta de productos con el objetivo de captar un mayor número
de clientes, tanto nacionales como extranjeros. Es por ello que ahora también
elaboran camisas de lino y algodón, blusas, vestidos, así como artículos para
el hogar como manteles, cojines y sábanas.
“Debido
a la escasez de trabajo que han enfrentado las comunidades en Veracruz durante las
últimas dos décadas, los hombres empezaron a interesarse en el bordado. Fue
precisamente con el fin de competir con las mujeres que ellos comenzaron a
corregir las técnicas de trabajo, además de que empezaron a elaborar ropa ajena
a su cultura”, explica el subdirector de Etnografía del Museo Nacional de Antropología.
Estas variaciones a las prendas indígenas reciben el nombre de diseño aplicado.
Ya
sea para la confección de vestimenta regional o piezas dirigidas al turismo,
los habitantes de Veracruz invierten cada año sumas importantes en la
adquisición de materiales como hilos y telas, así como de herramientas para
poder desempeñar esta actividad. “Las comunidades indígenas eran un mercado al
que no se le había dado la atención debida. Prueba de su fuerza es que
artesanos de la Huasteca, por ejemplo, llegan a producir entre 30 y 50 camisas
al mes, y para ello involucran a toda la familia o incluso tienen empleados”,
afirma Arturo Gómez Martínez.
Los
fabricantes y proveedores de insumos más destacados de este sector se darán
cita en la edición 14 de Expo Mercería y
Manualidades Veracruz, evento que tiene como objetivo promover y fortalecer
la industria de las manualidades. Este importante encuentro se llevará a cabo
del 22 al 24 de febrero en el World Trade
Center de Boca del Río, Veracruz.
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